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Todxs con la isla de La Palma

28-09-2021

Todxs con la isla de La Palma

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La ministra de Trabajo se pronuncia con una falta de rigor sorprendente en referencia a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social

El Ministerio acumula un retraso de tres años en la gestión de convocatorias de empleo y mantiene a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social al borde del colapso.

14/11/2022.

Inspección de trabajo y seguridad social

Inspección de trabajo y seguridad social

Existen efectivos pendientes de incorporarse a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, todos los puestos comprometidos en los Reales Decretos de Oferta de Empleo de 2020, las de 2021 y las de 2022. En definitiva, se trata de una plantilla que está pendiente de incorporarse derivado del retraso en la gestión de las convocatorias por parte del Ministerio.

Se trata de una plantilla potencial. No es la primera vez que el número de efectivos incorporado está por debajo del inicialmente establecido al no alcanzar el resto el nivel de conocimientos suficiente. Una situación, que cuando se produce, rebaja significativamente el número de personas que finalmente se incorporan.

La ministra transforma una nefasta gestión de los recursos humanos como es, la incapacidad demostrada de incorporar con agilidad el volumen de empleo que cada uno de los ejercicios aprueba Función Pública, en un mensaje demagógico que parece querer apuntar al esfuerzo que se está realizando desde la dirección del ministerio para fortalecer la Inspección.

No es cierto. Lo que llevamos son tres años de retraso en los procesos de selección de personal que afectan al Ministerio de Trabajo y Economía Social. El número de 600 plazas puede parecer muy redondo, pero no es más que el resultado de un fracaso en los procesos selectivos.

Lo que no dice la ministra es que este retraso se realiza sobre las espaldas de la plantilla actual ya que en buena medida lo planificado desde Función Pública responde a las necesidades que han ido naciendo entre el personal Inspector y Subinspector como consecuencia de las bajas que se han ido produciendo en cada uno de los ejercicios.

Lo que no menciona la ministra es que, en el apartado de personal técnico y administrativo, las necesidades mínimas diagnosticadas el pasado año por el propio Ministerio para evitar el colapso en muchos de los servicios que tiene la obligación de garantizar en la Inspección, se cifraban en un mínimo de 460 puestos. Una necesidad excepcionalmente urgente. Pues de esos 460 puestos a duras penas se han incorporado 200 y no se espera ni uno más.

Nos preocupa la ligereza y superficialidad con la que se manejan los datos por parte de la ministra y nos preocupa con más intensidad porque de dichas expresiones sólo cabe concluir que está satisfecha con la situación que actualmente sufre la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

La Inspección de Trabajo y Seguridad Social de este país está en estado próximo al de ruina. O se acometen con urgencia las medidas correctoras necesarias o el descalabro del organismo será de una envergadura sin precedentes. Animamos a la ministra a que se ponga desde ya a concretar las soluciones necesarias abandonando los mensajes demagógicos que en nada ayudan a superar los déficits existentes. De no ser así, el conflicto en este organismo será inevitable.